Cera


Las abejas almacenan en los panales de cera, la miel, el polen y crían a decenas de miles de larvas de obreras.
En la antigüedad se escribía sobre planchuelas de madera o de marfil recubiertas con cera.
La apicultura se desarrolló impetuosamente en la era cristiana, por causa, del empleo de la cera para la fabricación de velas.
Se dice que la cera succiona los venenos. Por eso se aplicaba en forma de pomada sobre las heridas ocasionadas por el extremo envenenado de las flechas y el veneno en estos casos no producía ningún daño".
En 1707, D. Mohr escribía: "La cera natural destilada se transforma en un aceite de un poder milagroso. Es más bien un remedio de dioses que de los simples mortales, pues en caso de llagas o de enfermedades internas produce verdaderos milagros".

La cera no es una producción vegetal, sino una secreción animal que las abejas segregan siempre que la necesitan, a través de las glándulas cereras de las obreras jóvenes. Las escamas de cera salen de entre los anillos del abdomen, de donde, por medio de sus patas posteriores las llevan a su mandíbula y las mastican, impregnándolas de saliva y adicionando pequeñas cantidades de polen y propoleo, volviéndolas más maleables. Así, las laminillas de cera se transforman en esa maravilla de regularidad que es el panal.

¿Cuándo la producen?
La secreción de la cera está sometida a la acción conjunta de los cuatro siguientes factores:
Tiene que haber una gran población de abejas jóvenes.
La temperatura en el interior de la colmena tiene que ser elevada, más concretamente de 33 a 36° C en el racimo de obreras cereras.
Alimentación copiosa, tienen que entrar en la colmena grandes cantidades de miel y polen. Para segregar un kilo de cera las obreras consumen de 10 a 12 kg de miel.
Necesidades de la colonia. En período de abundancia, la secreción de cera muy alta; en tiempo de carestía es nula. 


En la antigüedad, la cera era destinada a la fabricación de velas, ya que no había otros sustitutos para el alumbrado de las viviendas. Todavía hay religiones, que no permiten en sus templos, otras velas que no sean las fabricadas con cera de abejas.
Es empleada en la electrónica, en armamento, industria textil, industria vidriera, galvanoplastia, industria papelera, etc.

Se utiliza en agricultura en preparaciones para injertos. En medicina, en diversos bálsamos, ungüentos, pomadas.
En cosmética, en la composición de cremas limpiadoras, astringentes, de belleza, de afeitar; de barras de labios.
Los productos que contienen cera de abejas, suavizan la piel. La cera blanca entra normalmente en la composición de cremas nutritivas, astringentes, de limpieza, y en mascarillas para el cutis. Constituye una excelente sustancia de base para la mayor parte de los productos cosméticos.

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