... Un estudio de científicos americanos de Los Alamos ha estudiado y entrenado a las abejas para detectar explosivos de bombas caseras, pero igualmente pueden ser entrenadas para detectar otras sustancias mediante el método PAVLOV estimulo-respuesta.
... La científica británica Lucy King demostró como las abejas pueden reducir los enfrentamientos entre elefantes y seres humanos que durante años ha sido un grave problema en África, evitando así la muerte de estos y la pérdida de cultivos. Por ello fue galardonada por el premio de investigación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA en Bergen, Noruega.
King tuvo la idea de construir cercas con panales para mantener a los animales fuera de las áreas cultivadas ya que los elefantes tienen miedo de las abejas.
… LAS ABEJAS SON ADICTAS A LA NICOTINA Y LA CAFEINA?
El estudio que ha llegado a esa conclusión ha sido elaborado por el Departamento de Biología Ambiental y Evolutiva y el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Haifa-Oranim (Israel), encabezado por el profesor Ido Izhaki, el profesor Gidi Ne’eman, el profesor Moshe Inbar y el doctor Natarajan Singaravelan.
Al parecer el néctar de las flores contiene pequeños niveles tanto de nicotina (flores del tabaco) como de cafeína (flores de cítricos) pero la gran pregunta era ¿son precisamente esos niveles los que atraen a los insectos que elaboran la miel?
Para comprobarlo el equipo antes citado elaboró varios tipos de polen “artificial” en los que se iban alterando los porcentajes de las adictivas sustancias desde la versión “light” (0_) hasta la versión “hard” (1 miligramo por litro).
Los resultados no se hicieron esperar: las abejas se iban directamente al polen adulterado.
Eso ha hecho pensar a los especialistas hasta que punto la producción de sustancias adictivas ha favorecido la evolución de las plantas.
… LAS ABEJAS TAMBIÉN SE AUTOMEDICAN?
Cuando una colonia es infectada por hongos patógenos, las abejas llevan a la colmena mayores cantidades de propóleo.
"Este comportamiento ha evolucionado porque el beneficio que supone traer la cantidad extra de resinas a la colmena compensa los costes", ha indicado Michael Simone-Finstrom, investigador de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) y autor del estudio.
Los investigadores encontraron que, cuando aplicaban a la colmena un tratamiento fúngico, las abejas llevaban hasta un 45 por ciento más de propóleo a la colmena y, además, retiraban las larvas parasitadas por los hongos de forma que conseguían reducir significativamente la infección. Por otro lado, parece que estos himenópteros pueden distinguir si los hongos son o no patógenos ya que, al aplicar hongos inocuos, las abejas no aumentaban el transporte de resinas hacia la colmena. Pero la automedicación también tiene límites y, en el caso de las abejas, las infecciones bacterianas no provocaban el aumento de propóleo en la colmena, a pesar de las conocidas propiedades antibióticas de este compuesto.
… LAS ABEJAS TIENEN SU PROPIA PERSONALIDAD?
Un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores sugiere que las emociones no se limitan a los seres humanos y otros vertebrados. Algunas abejas son, también, más propensas que otras a buscar aventuras. Los cerebros de estas abejas, que se sienten atraídas por la novedad, presentan distintos patrones de actividad genética en las vías moleculares asociadas con la búsqueda de emociones, en los seres humanos.
Los resultados, publicados en 'Science', ofrecen una nueva visión de la vida interior de las colmenas, que en el pasado ha sido descrita como una colonia de trabajadores, altamente regimentada, en el que cada abeja tiene un papel específico. Ahora, parece que las abejas individuales, en realidad, difieren en su deseo o voluntad de realizar determinadas tareas, según afirma el profesor de Entomología y director del Instituto de Biología Genómica, Gene Robinson, quien dirigió el estudio. Según el experto, estas diferencias pueden deberse, en parte, a la variabilidad en las personalidades de las abejas.
Abejas intrépidas o abejas juiciosas
Robinson y sus colaboradores estudiaron dos comportamientos de búsqueda de novedad en las abejas melíferas: la exploración de sitios de anidación y la búsqueda de comida. Cuando una colonia de abejas deja atrás sus viviendas, la colmena se divide y el enjambre debe encontrar un nuevo hogar. En este momento de crisis, algunas abejas intrépidas -menos del 5% del enjambre- se dedican a la caza de una colmena. Estas abejas, llamadas exploradoras de nidos, son, en promedio, 3.4 veces más propensas a convertirse, también, en exploradoras de alimentos.
Los investigadores querían determinar la base molecular de estas diferencias en el comportamiento de las abejas melíferas, y para ello utilizaron análisis de microarrays para buscar diferencias en la actividad de miles de genes en los cerebros de las abejas exploradoras. "Esperábamos encontrar algunas, pero la magnitud de las diferencias fue sorprendente, teniendo en cuenta que tanto las exploradoras, como las no exploradoras, son también recolectores", apunta Robinson.
Entre los muchos genes expresados diferencialmente se encontraron las catecolaminas, el glutamato, y la especialización del ácido gamma-aminobutírico (GABA) -los investigadores se centraron en ellos porque están involucrados en la regulación de búsqueda de la novedad, y la respuesta a la recompensa, en los vertebrados.
Para comprobar si los cambios de especialización en el cerebro causan la búsqueda de novedad, los investigadores sometieron a los grupos de abejas a tratamientos para aumentar o inhibir estas sustancias químicas en el cerebro. Dos tratamientos (con glutamato y octopamina), aumentaron el deseo de exploración en abejas que no habían explorado antes. Por otro lado, el bloqueo de la señalización de la dopamina disminuyó el comportamiento de exploración.
Los resultados también sugieren que los insectos, los seres humanos, y otros animales, hacen uso del mismo sistema genético en la evolución del comportamiento -los genes que codifican ciertas vías moleculares, pueden desempeñar un papel en los mismos tipos de comportamientos, pero cada especie se adapta, posteriormente, de una manera distintiva.
… LAS ABEJAS PUEDEN RECONOCER ROSTROS HUMANOS?
Es sorprendente que un insecto con un cerebro tan diminuto sea capaz realizar análisis de imágenes cuando nosotros en cambio, tenemos regiones enteras de nuestro cerebro dedicadas a resolver ese problema.
Fue hace cinco años cuando un científico de la Universidad de Monash, Adrian Dyer, demostró que las abejas, entrenadas con una recompensa de azúcar, eran capaces de reconocer rostros humanos. La abeja volaba hasta la fotografía de la cara a lo cual recibía su recompensa.
… EL ZUMBIDO DE LAS ABEJAS PROTEGE A LAS PLANTAS DE SER DEVORADAS?
Así lo corrobora un estudio realizado por la Universidad de Wurzburgo, Alemania, el cual explica que el sonido de sus alas espanta a las orugas de los alrededores, quienes se alimentas de ellas. Estos gusanos tienen en sus cuerpos pelos muy finos que les permiten detectar diferencias en la intensidad de aire, y al no distinguirlas entre el zumbido de una abeja y el de una avispa- su depredador natural- se estresan y prefieren retirarse.
Es por ello que los científicos recomiendan a los granjeros plantar flores alrededor de sus cultivos para atraer a las abejas y crear una especie de barrera natural contra cierto tipo de invasores.
… LAS ABEJAS SABEN CONTAR HASTA EL NUMERO 4?
Un estudio realizado por científicos australianos reveló que las abejas que producen la miel son capaces de contar, pero sólo hasta el número cuatro. En el estudio se colocaron cinco marcas dentro de un túnel y se dejó néctar en una de ellas.
Las abejas productoras de miel colocadas en el túnel volaron hasta la marca con alimentos y siguieron volando hasta ella incluso cuando se retiró el alimento.
“Descubrimos que si las entrenas para que vayan a la tercera raya, ellas seguirán yendo hasta la tercera raya”, dijo el investigador Mandyam Srinivasan.
“Si las entrenas para que vayan a la cuarta raya, irán a la cuarta raya. Pero su capacidad de contar parece llegar sólo hasta cuatro, no pueden contar más allá del cuatro”, agregó.
... El vuelo de las abejas ha sido un dilema para los científicos durante mucho tiempo. Los cálculos dicen que según el tamaño de sus alas y el tamaño de su cuerpo y la física aerodinámica que conocemos su vuelo es imposible.
A diferencia de otros insectos las abejas baten sus alas con una batida más corta y más rápida unas 230 veces por segundo.
Las abejas pueden volar a un promedio de 22 km/hora. Una abeja puede llegar a volar 800 km en toda su vida.
... LAS ABEJAS TAMBIÉN DUERMEN ...
Decimos que una abeja duerme, cuando se encuentra en un estado de somnolencia, que hace que las abejas parezcan como muertas, con las antenas caídas, a diferencia de cuando están activas que las tienen hacia arriba. Si además, durante 10 segundos no se aprecia un movimiento de respiración en la abeja, podemos afirmar que duerme.
La duración del sueño y el lugar donde duerme una abeja obrera están relacionados con los diferentes trabajos realizados por ella después de su nacimiento y a medida que va envejeciendo:
- las pecoreadoras duermen por la noche. Y durante el día, si no hubiera néctar o polen que recoger en el campo, o la colmena no demanda ningún alimento, podrían también dedicarse a dormir...
- las más jóvenes duermen el mismo tiempo que las adultas.
La única diferencia, es que al envejecer pasan más tiempo en un estado de sueño ininterrumpido.
Cuanto más adultas son, mayor es la tendencia circadiana (influencia de los ciclos de luz y temperatura) a estar inactivas por la noche.
La mayor parte de las abejas duerme fuera de la celda pero dentro de la colmena, en las partes altas y tranquilas de la misma.
Solo algunas pocas duermen fuera de la colmena.
Beneficios del sueño para las abejas
El dormir reduce el metabolismo de la abeja ahorrando energía, incluso se cree que puede ayudar a consolidar su memoria y que les sea más fácil recordar la ubicación de los lugares visitados los días anteriores y repletos de néctar y polen.
Está comprobado, que si la abeja no duerme lo suficiente, tendrá problemas para comunicar valiosa información a las otras con su danza típica.
Las abejas despiertan de su “sopor” mucho antes que los humanos, para aprovechar las horas valiosas de sol, solamente hay que acercarse a una colmena para comprobarlo.
Cuando una colonia es infectada por hongos patógenos, las abejas llevan a la colmena mayores cantidades de propóleo.
"Este comportamiento ha evolucionado porque el beneficio que supone traer la cantidad extra de resinas a la colmena compensa los costes", ha indicado Michael Simone-Finstrom, investigador de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) y autor del estudio.
Los investigadores encontraron que, cuando aplicaban a la colmena un tratamiento fúngico, las abejas llevaban hasta un 45 por ciento más de propóleo a la colmena y, además, retiraban las larvas parasitadas por los hongos de forma que conseguían reducir significativamente la infección. Por otro lado, parece que estos himenópteros pueden distinguir si los hongos son o no patógenos ya que, al aplicar hongos inocuos, las abejas no aumentaban el transporte de resinas hacia la colmena. Pero la automedicación también tiene límites y, en el caso de las abejas, las infecciones bacterianas no provocaban el aumento de propóleo en la colmena, a pesar de las conocidas propiedades antibióticas de este compuesto.
… LAS ABEJAS TIENEN SU PROPIA PERSONALIDAD?
Un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores sugiere que las emociones no se limitan a los seres humanos y otros vertebrados. Algunas abejas son, también, más propensas que otras a buscar aventuras. Los cerebros de estas abejas, que se sienten atraídas por la novedad, presentan distintos patrones de actividad genética en las vías moleculares asociadas con la búsqueda de emociones, en los seres humanos.
Los resultados, publicados en 'Science', ofrecen una nueva visión de la vida interior de las colmenas, que en el pasado ha sido descrita como una colonia de trabajadores, altamente regimentada, en el que cada abeja tiene un papel específico. Ahora, parece que las abejas individuales, en realidad, difieren en su deseo o voluntad de realizar determinadas tareas, según afirma el profesor de Entomología y director del Instituto de Biología Genómica, Gene Robinson, quien dirigió el estudio. Según el experto, estas diferencias pueden deberse, en parte, a la variabilidad en las personalidades de las abejas.
Abejas intrépidas o abejas juiciosas
Robinson y sus colaboradores estudiaron dos comportamientos de búsqueda de novedad en las abejas melíferas: la exploración de sitios de anidación y la búsqueda de comida. Cuando una colonia de abejas deja atrás sus viviendas, la colmena se divide y el enjambre debe encontrar un nuevo hogar. En este momento de crisis, algunas abejas intrépidas -menos del 5% del enjambre- se dedican a la caza de una colmena. Estas abejas, llamadas exploradoras de nidos, son, en promedio, 3.4 veces más propensas a convertirse, también, en exploradoras de alimentos.
Los investigadores querían determinar la base molecular de estas diferencias en el comportamiento de las abejas melíferas, y para ello utilizaron análisis de microarrays para buscar diferencias en la actividad de miles de genes en los cerebros de las abejas exploradoras. "Esperábamos encontrar algunas, pero la magnitud de las diferencias fue sorprendente, teniendo en cuenta que tanto las exploradoras, como las no exploradoras, son también recolectores", apunta Robinson.
Entre los muchos genes expresados diferencialmente se encontraron las catecolaminas, el glutamato, y la especialización del ácido gamma-aminobutírico (GABA) -los investigadores se centraron en ellos porque están involucrados en la regulación de búsqueda de la novedad, y la respuesta a la recompensa, en los vertebrados.
Para comprobar si los cambios de especialización en el cerebro causan la búsqueda de novedad, los investigadores sometieron a los grupos de abejas a tratamientos para aumentar o inhibir estas sustancias químicas en el cerebro. Dos tratamientos (con glutamato y octopamina), aumentaron el deseo de exploración en abejas que no habían explorado antes. Por otro lado, el bloqueo de la señalización de la dopamina disminuyó el comportamiento de exploración.
Los resultados también sugieren que los insectos, los seres humanos, y otros animales, hacen uso del mismo sistema genético en la evolución del comportamiento -los genes que codifican ciertas vías moleculares, pueden desempeñar un papel en los mismos tipos de comportamientos, pero cada especie se adapta, posteriormente, de una manera distintiva.
… LAS ABEJAS PUEDEN RECONOCER ROSTROS HUMANOS?
Es sorprendente que un insecto con un cerebro tan diminuto sea capaz realizar análisis de imágenes cuando nosotros en cambio, tenemos regiones enteras de nuestro cerebro dedicadas a resolver ese problema.
Fue hace cinco años cuando un científico de la Universidad de Monash, Adrian Dyer, demostró que las abejas, entrenadas con una recompensa de azúcar, eran capaces de reconocer rostros humanos. La abeja volaba hasta la fotografía de la cara a lo cual recibía su recompensa.
… EL ZUMBIDO DE LAS ABEJAS PROTEGE A LAS PLANTAS DE SER DEVORADAS?
Así lo corrobora un estudio realizado por la Universidad de Wurzburgo, Alemania, el cual explica que el sonido de sus alas espanta a las orugas de los alrededores, quienes se alimentas de ellas. Estos gusanos tienen en sus cuerpos pelos muy finos que les permiten detectar diferencias en la intensidad de aire, y al no distinguirlas entre el zumbido de una abeja y el de una avispa- su depredador natural- se estresan y prefieren retirarse.
Es por ello que los científicos recomiendan a los granjeros plantar flores alrededor de sus cultivos para atraer a las abejas y crear una especie de barrera natural contra cierto tipo de invasores.
… LAS ABEJAS SABEN CONTAR HASTA EL NUMERO 4?
Un estudio realizado por científicos australianos reveló que las abejas que producen la miel son capaces de contar, pero sólo hasta el número cuatro. En el estudio se colocaron cinco marcas dentro de un túnel y se dejó néctar en una de ellas.
Las abejas productoras de miel colocadas en el túnel volaron hasta la marca con alimentos y siguieron volando hasta ella incluso cuando se retiró el alimento.
“Descubrimos que si las entrenas para que vayan a la tercera raya, ellas seguirán yendo hasta la tercera raya”, dijo el investigador Mandyam Srinivasan.
“Si las entrenas para que vayan a la cuarta raya, irán a la cuarta raya. Pero su capacidad de contar parece llegar sólo hasta cuatro, no pueden contar más allá del cuatro”, agregó.
... El vuelo de las abejas ha sido un dilema para los científicos durante mucho tiempo. Los cálculos dicen que según el tamaño de sus alas y el tamaño de su cuerpo y la física aerodinámica que conocemos su vuelo es imposible.
A diferencia de otros insectos las abejas baten sus alas con una batida más corta y más rápida unas 230 veces por segundo.
Las abejas pueden volar a un promedio de 22 km/hora. Una abeja puede llegar a volar 800 km en toda su vida.
... LAS ABEJAS TAMBIÉN DUERMEN ...
Decimos que una abeja duerme, cuando se encuentra en un estado de somnolencia, que hace que las abejas parezcan como muertas, con las antenas caídas, a diferencia de cuando están activas que las tienen hacia arriba. Si además, durante 10 segundos no se aprecia un movimiento de respiración en la abeja, podemos afirmar que duerme.
La duración del sueño y el lugar donde duerme una abeja obrera están relacionados con los diferentes trabajos realizados por ella después de su nacimiento y a medida que va envejeciendo:
- las pecoreadoras duermen por la noche. Y durante el día, si no hubiera néctar o polen que recoger en el campo, o la colmena no demanda ningún alimento, podrían también dedicarse a dormir...
- las más jóvenes duermen el mismo tiempo que las adultas.
La única diferencia, es que al envejecer pasan más tiempo en un estado de sueño ininterrumpido.
Cuanto más adultas son, mayor es la tendencia circadiana (influencia de los ciclos de luz y temperatura) a estar inactivas por la noche.
La mayor parte de las abejas duerme fuera de la celda pero dentro de la colmena, en las partes altas y tranquilas de la misma.
Solo algunas pocas duermen fuera de la colmena.
Beneficios del sueño para las abejas
El dormir reduce el metabolismo de la abeja ahorrando energía, incluso se cree que puede ayudar a consolidar su memoria y que les sea más fácil recordar la ubicación de los lugares visitados los días anteriores y repletos de néctar y polen.
Está comprobado, que si la abeja no duerme lo suficiente, tendrá problemas para comunicar valiosa información a las otras con su danza típica.
Las abejas despiertan de su “sopor” mucho antes que los humanos, para aprovechar las horas valiosas de sol, solamente hay que acercarse a una colmena para comprobarlo.
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